No es solo un restaurante; es la culminación de generaciones de amor por el mar. La Petita de la Playita nació de la pasión de una familia de pescadores por compartir la auténtica riqueza del océano directamente con su mesa.

Ubicado en la misma playa, este modesto pero encantador local ofrece una experiencia gastronómica donde el protagonista indiscutible es la frescura. Cada mañana, los barcos regresan con la "pesca del día", garantizando que cada bocado que usted disfrute haya nadado en aguas cristalinas apenas horas antes.

El menú es un homenaje a las recetas sencillas pero llenas de sabor. Deleite sus sentidos con los camarones al coco, empanizados con coco fresco y dorados a la perfección, o con una jugosa langosta fresca a la parrilla, sazonada solo con un toque de limón, ajo y hierbas para respetar su delicado sabor.

Pero nuestra verdadera joya es el pescado frito, la especialidad de la casa. Filetes de pescado blanco del día, rebozados en una mezcla secreta que los hace increíblemente crujientes por fuera y tiernos por dentro, servidos con arroz, ensalada fresca y patacones.

El ambiente es relajado y genuino. Las mesas simples, los pies en la arena, la brisa salada acariciando su rostro y la melodía constante de las olas crean el escenario perfecto para una comida inolvidable. En La Petita de la Playita, no solo viene a comer mariscos; viene a saborear la historia, el esfuerzo y el corazón de una familia que vive y respira el mar.